La temporada de lluvias es un desafío para los conductores donde la prudencia y el control de la velocidad son claves para maniobrar el vehículo con seguridad.

La absoluta concentración al conducir es clave para la seguridad e integridad de todos

Antes de conducir, verifique el estado de su carro y las llantas para evitar incidentes en la vía.  

En la actual temporada de lluvias en la que se incrementan los trancones y algunas vías se inundan, no sólo en las ciudades, sino también en pueblos y carreteras, nuestro vehículo es el verdadero afectado ya que se expone a diversos factores que pueden impactar su funcionamiento o provocar daños. Un factor común es la pintura, la cual se expone a cambios debido a la humedad o a la suciedad del ambiente. Asimismo, es posible que la parte baja del vehículo se vea comprometida debido a los cambios que aparecen en el pavimento y las carreteras como consecuencia de la lluvia. 

Teniendo en cuenta este panorama, consultamos expertos de KIA quienes nos han despejando dudas al respecto y han compartido una serie de recomendaciones que ayudarán a los conductores a mantener el buen estado del vehículo durante el tiempo de lluvia a la vez que se protege la vida propia y la de la familia. 

Como dice el popular adagio “hombre precavido vale por dos” es fundamental que antes de conducir realice la correspondiente revisión de su vehículo, verificando que las llantas se encuentren en buen estado y no desgastadas, así estará seguro de que el agarre sobre terreno húmedo será el adecuado. Tenga en cuenta que, para evitar cualquier tipo de incidente, debe adquirir llantas originales, se recomienda no adquirir neumáticos usados, los cuales pueden tener alteraciones que ponen en riesgo la integridad y reducen la vida útil del vehículo. 
También es importante revisar las luces y su limpiabrisas, para garantizar excelente visibilidad durante el recorrido. Tenga en cuenta que si las plumillas del limpiabrisas presentan desgastes pueden dañar el vidrio panorámico y deben ser reemplazadas. 

Revise la calefacción del vehículo ya que es la aliada para desempañar fácilmente los vidrios cuando lo requiera. Evite el uso de toallas limpiadoras o comúnmente conocidas como “bayetillas” para limpiar los cristales, dado que poco a poco este puede llenarlos de partículas, polvo o grasa, afectando la visibilidad. 

Antes de ponerse en marcha, es muy importante revisar los amortiguadores, aunque no lo parezca, los charcos que quedan en el suelo tras la lluvia pueden golpear fuertemente el vehículo logrando que se desestabilice y pueda virar. 

Manejando bajo la lluvia 

Evite hacerlo de manera imprudente y reduzca la velocidad, sí el vehículo avanza muy rápido pasando sobresaltos o inundaciones, pueden hacerle perder el control y provocar un accidente. 

El exceso de confianza no es un buen compañero al momento de conducir, por eso debe mantener siempre ambas manos sobre el volante para poder maniobrar en caso de emergencia y evitar dolores de cabeza. Al pasar por encima de un charco, acelere suavemente, sin soltar completamente el acelerador, en caso de que haya atravesado una calle inundada es necesario bajar la velocidad e ir frenando hasta que se libere toda el agua. Si ve que el carro no se mueve debe desactivar el control de tracción y estabilidad del vehículo para lograr que avance. Esto último aplica también en suelo embarrado. 

Seguir estas recomendaciones asegurará la vida útil del vehículo, al igual que su integridad en las vías cuando llueve.